2ª Etapa (17/08) Almadén de la Plata-Zafra.
Datos de la etapa:
Distancia recorrida: 87 km
Tiempo de pedaleo: 5:30 horas
Media: 15,6 Km/h
Hora de salida: 7:15
Hora de llegada: 16:00
Esta mañana se nos une al grupo Nicola, un italiano de 55 años que nos dejaría un gran recuerdo. Salimos a las 7 y cuarto con intención de desayunar en el siguiente pueblo, El Real de la Jara, al que se llega por una carretera secundaria poco transitada y con innumerables fincas de cerdos ibéricos a los lados. A partir del Real cogemos una pista y enseguida pasamos por en Castillo de la Torres, justo en la linde que separa Andalucia de Extremadura. El castillo es de origen romano, pero le dieron la forma que conserva ahora los árabes, a comienzos del siglo XIII fue conquistado por los caballeros de la orden de Santiago. Seguimos por pista hasta cruzarnos con la N-630, por la que se sube a Monesterio. Es un repecho de unos 4 km en el que Nicola nos demuestra que a pesar de la edad está en plena forma, comienza tirando del grupo y apenas deja que José se ponga a su altura, solo a falta de 1 km le conseguimos dejar atrás Julio, José y yo. Al llegar al pueblo en cuanto nos da alcance nos dice entre jadeos “si pero yo 55 y vosotros 30 y tantos”.
Monesterio bien merece una parada. Nos sentamos en la terraza de uno de sus muchos bares para almorzar un plato de su afamado jamón ibérico. Entre jarras de cerveza, al final caen un plato de jamón, otro de queso (por cortesía de Nicola) y un bote de una especie de paté de ibérico muy bueno. Nicola se adapta fácil al grupo y a nuestras costumbres y ya nos bautiza como el equipo “Ítalo-españolo”. Cuando estábamos dando cuenta del plato de jamón aparece Damia, un catalán de Manresa, con pocas pintas de ciclista, que conocimos la noche anterior en Almadén.
Al final la parada en el pueblo ha sido más larga de lo deseado y se nos ha ido el tiempo, nos dan más de las 12 y todavía queda la mitad de la etapa, antes de salir llenamos bien nuestros botellines con agua y hielo. Es increíble como se calienta el agua en apenas media hora , por lo que siempre que podemos metemos hielos. Atravesamos Monesterio y cogemos pista para adentrarnos en la Dehesa, a los pocos kilómetros sufrimos el primer pinchazo, es la rueda trasera de Julio, parada de 5 minutos a la sombra de una encina y a seguir.
Pasamos por Fuente de Cantos y Calzadilla de Barros, a partir de aquí el paisaje cambia, se hace más extremo, con pocas sombras y terreno árido.
Con un sol de justicia y el termómetro de Nicola marcando 43 grados , llegamos a Zafra. Son las cuatro de la tarde, nos alojamos en el Albergue Turístico Alba-Plata, situado en un antiguo convento, sus gruesos muros hacen que este fresco en el interior aun con 40 grados en el exterior.
Entre instalarnos, ducharnos y demás nos dan las cinco y a esas horas no hay nada abierto para comer, por aquí entre las cuatro y la seis no queda abierto ni el Telepizza, la siesta es sagrada. Al final no nos queda otra que pasar por el Dia% y comprar material para hacernos unos buenos bocatas.
Ya cayendo la tarde salimos a visitar la ciudad, merece la pena pasearse por las entrañables Plaza Grande y Plaza Chica y tomarse unas cervezas en buena compañía. Solo es el segundo día y ya somos dos más para cenar, Nicola y Damia ya parecen del grupo.