5ª Etapa (20/08) Caceres-Galisteo.
Datos de la etapa:
Distancia recorrida: 75 km
Tiempo de pedaleo: 5:00 horas
Media: 15 Km/h
Salida: 8:00
Llegada: 15:00
Desayunamos en el albergue y salimos a las 8:00 en dirección a Casar de Caceres, por desgracia pasamos por Casar demasiado temprano y las tiendas todavía están cerradas, por lo que nos quedamos sin probar su famosa torta de queso de oveja. Cruzamos el pueblo de sur a norte y cogemos una pista cómoda por terreno casi descendente.
A unos pocos kilómetros encontramos una de las zonas más divertidas del viaje, se trata de una sendero descendente, estrecho , con curvas y muchos cambios de nivel, mientras bajamos hacia el embalse de Alcántara. La diversión se acaba al enlazar con la carretera N-630, por la cual se atraviesa el embalse, son unos 5 kilómetros de carretera, de la cual se sale girando a la izquierda por una pista que sube con una fuerte pendiente que nos lleva hasta Cañaveral.
Paramos en este pueblo para almorzar y coger fuerzas antes de subir el puerto de los Castaños. Después de mucho pensarlo decidimos subirlo por carretera en lugar de la pista, por lo que al final no se hace nada duro. Desde arriba del puerto hasta Galisteo son 25 kilómetros sin un solo pueblo ni fuente donde refrescarnos. Atravesamos un precioso bosque de alcornoques, donde se pueden ver los troncos pelados después de la recolección de las cortezas, con las que luego fabricaran el corcho. Después de salir del bosque el camino sigue por zonas de poca sombra y los últimos kilómetros se hacen largos. Tras una larga subida por fin vemos el pueblo de Galisteo, son las 3 de la tarde y antes de buscar el albergue decidimos comer y refrescarnos. Justo a la entrada del pueblo encontramos el hostal-restaurante Los Inmigrantes, después de tragarnos un par de botellas de agua en la barra del bar, entramos al comedor y nos encontramos con los portugueses, tres chicos de Lisboa que salieron de Sevilla a la vez que nosotros. Tras dar cuenta de la comida, un menú de 8 € bastante bueno, teníamos intenciones de alojarnos en el albergue municipal, pero Nerea, la camarera de restaurante nos convence para quedarnos en el hostal, por 10 € por persona nos ofrece habitaciones dobles con aire acondicionado, todo un lujo, entre su sonrisa y lo bueno de la oferta no nos podemos negar.
Para variar la tarde es calurosa y no se nos ocurre una idea mejor que ponernos el bañador y darnos un merecido chapuzón en la piscina. Tumbados en el césped y a la sombrita nos dan las 8 de la tarde.
No conviene despedirse de Galisteo sin visitar su casco urbano, que se encuentra confinado por una muralla del siglo XV que lo rodea por completo. Mientras paseábamos por la muralla y justo cuando comentábamos que ya era demasiado tarde para que llegará Damia, allí que apareció, con su bici amarilla que ya estaba pidiendo descanso a gritos.
Durante la cena comentamos la etapa del día siguiente, en teoría será la más dura, es el paso a la provincia de Salamanca con la subida a puerto de Bejar. Antonio no deja de preguntar por el desnivel del puerto y el perfil de la etapa. Por lo menos hoy podemos descansar en un buen colchón y fresquitos.